Monument to the 03-11 victim's (competition)

Madrid
Date: 2005

Description
De carácter conceptual.
Nuestra propuesta muestra una gran pieza urbana conformada por dos elementos: un túmulo central, cubierto permanentemente por vegetación, que es abrazado perimetralmente por un segundo elemento, a modo de gigante basa. El elemento perimetral, envuelve, protege y oculta, como un enorme escudo ático, aquello que está ?roto? en el elemento central, aquello que únicamente es mostrado al que penetra en su interior.

Mientras que al exterior el Monumento tiene un carácter integrador y sosegado, producto de una forma clásica y de sus materiales (vegetación que lo envuelve), en el interior se mostrará plásticamente la sensación de la rotura, de la falta, de la ausencia visual y táctil de la materia que nos acompaña, y su transformación en ausencia.

Reflexión urbana.

La propuesta urbana parte de dos reflexiones;
? La ordenación espacial propuesta por Moneo para Atocha , matizada por el equipo de Siza, tiene un corte ?clásico?y por tanto el nuevo Monumento debe compartir este lenguaje para integrarse en él.
? La inaccesibilidad de la rotonda para los visitantes a cota de calle obliga a una rotunda respuesta volumétrica, para que no se diluya el Monumento entre los fuertes elementos arquitectónicos existentes en la zona.

El espacio urbano en el que se ha pensado el Monumento tiene un fuerte carácter clásico. Porta también un cierto carácter Chiriciano. Fue así definido por Moneo, en una articulación espacial que recuerda a la de Pisa, con la catedral, la torre, y el baptisterio. Las presencias del pórtico del Museo Antropológico, y del Ministerio de Agricultura, se suman a esta visión clásica que genera la estación su torre, y la rotonda de cercanías.

La rotonda inaccesible para los peatones, rodeada de un tráfico continuo, y a una distancia de mas de 20 metros de la acera perimetral más próxima, obliga a una clara y rotunda presencia para que se perciba desde la distancia, y que al mismo tiempo articule el espacio, generando un frente permeable junto con el tolo de la entrada de cercanías y el museo Antropológico.

Este doble condicionante nos ha llevado a una propuesta con un elemento profundamente clásico, y de gran fuerza visual, como es un túmulo completamente cubierto de vegetación, que es inaccesible a cota de la plaza (+628), pero al que se puede acceder subterráneamente desde la cota de la estación (+623). Se muestra el túmulo exteriormente como una no-arquitectura, sin ninguna referencia de escala o tipológica que la refiera a otras construcciones.

El túmulo (1)

El Monumento también se compone internamente de dos piezas: Un espacio central y un deambulatorio, al que se accede subterráneamente. El espacio central es discontinuo del exterior, se limita a los muros que lo crean. Del exterior tan solo el sol, y el cielo penetran verticalmente el espacio. Para el visitante del interior de este espacio hay una perdida de referencia del exterior cercano que rodea al Monumento, y de la febril actividad que soporta, para abstraer la naturaleza con elementos como el sol y el cielo dibujados en el óculo.

Se trata de una cúpula lobulada constituida como un continuo, en el que las partes se integran en el todo. En él las ausencias se muestran mediante la sustracción de una materia que existe poéticamente antes de abrir los huecos o roturas en la lámina continua. Hay tallados en la superficie de la cúpula 191 huecos o ausencias.

La imagen que se transmite es de una materia preexistente continua a la que se le han sustraído unas piezas, debilitando visualmente la estructura general, de tal forma que parece evidente que la remoción de estos trozos hace peligrar el conjunto y, al mismo tiempo, al tener que soportar el aumento de tensión que han provocado estas ausencias, se refuerza la importancia de las partes de muro que quedan. Unas y otras no trabajan como las dovelas de un arco, descansando unas sobre otras, sino que operan en un continuo, en el que, precisamente al faltar algunas de esos trozos se hacen más evidentes las ausencias y presencias.

El óculo y el espacio.

La idea de una cúpula es universal, y al estar desvinculada de su entorno exterior se muestra en su interior intimo, introvertido y espiritual. La imagen de cielo, sol y luz, circunscrito en el óculo tiene un carácter estático y eterno. Es un recinto ?sagrado? que cuando es trasgredido por algo móvil y temporal, vuelve a poner énfasis en la quietud del Monumento por contraposición. Por ejemplo, un ser en movimiento, da escala humana y hace temporal lo eterno. Se trata de un espacio estático donde la emoción se produce en la contemplación de la quietud.

El visitante podrá contemplar un cuadro de figuras estáticas donde la luz está en lento movimiento. La ausencia sustraída al muro son vacios de luz, que crean el espacio, dándole profundidad horizontal.

El espacio esta concebido con una doble carácter vertical y horizontal. Horizontal en las ausencias, vertical en lo eterno. El carácter horizontal se sublima por la falta de material en el contacto de la base de la cúpula. Se abre al deambulatorio un espacio que es intimo, introvertido, cerrado, y es recogido, abrazado, por la gran basa perimetral. El óculo es el contrapunto a este espacio introvertido, donde se sublima el exterior infinito.

El volumen que ocupa la cúpula se transforma en emoción cuando se comprende que el túmulo esta inflado de espacio luminoso, de espíritu.

Entrada al Monumento. El Museo.

La entrada principal al Monumento se realiza desde una pequeña ?mastaba? situada al este de la Plaza junto a la actual gasolinera, entre el paseo de Reina Cristina y la Avda. Ciudad de Barcelona, situada a cota de plaza. Se trata de una pequeña construcción de tierra armada, completamente integrada en la zona verde, junto al futuro paso peatonal, rodeada de un pequeño bosque de cipreses.

Al entrar en ella se tiene acceso a un patio y una rampa que desciende hacia un recorrido en el que el visitante podrá elegir entre ir directamente al espacio del Monumento o distraer la visita en un Museo de las Victimas del 11 M. Se propone alternativamente que este Museo se dedique a todas las victimas del terrorismo. De esta forma se podrán efectuar explicaciones didácticas, con proyecciones y medios actuales, de lo que supone el terror en nuestra sociedad, y del apoyo que hay que prestar a las victimas. Nos imaginamos en él una exposición que podría estar creada por un artista como Bill Viola, con una gran carga virtual y de empleo de tecnología digital. Complementariamente se ha previsto un acceso directo desde la propia estación de Atocha.

Se ha estudiado con detenimiento la situación de las infraestructuras existentes en la zona de intervención, y se ha concluido que la zona en la que se propone instalar el acceso subterráneo, y el Museo, no esta ocupada por ninguna infraestructura relevante. Se trata de un espacio perdido, sin excavar actualmente, entre la línea 1 de metro y la estación de cercanías, que fácilmente se podría excavar, al estar ya construidos los respectivos muros de contención. El acceso al deambulatorio se tendría que efectuar desde la sala que ocupa actualmente la empresa ?Publimedia? como almacén de material, junto a el acceso al metro desde la estación.

Vegetación.

El túmulo aparecerá como una gran masa vegetal verde elevada sobre la basa perimetral. Estará construida con tierra armada y protegida con georedes que impidan su movimiento, desgaste, y la mantengan hasta que las raíces de la vegetación se estabilicen. En ella es fácil colocar un sistema de riego enterrado por aspersión, que constituirá en si mismo un espectáculo en los momentos de riego, al transformarse en una fuente que genera una nube vaporizadora. Se propone complementariamente que se realicen plantaciones que produzcan variaciones de color, de forma que el túmulo aparezca cubierto de diferentes colores según los cambios de floración en las diferentes estaciones del año, y en días marcados (por ejemplo cubierta de flores rojas el día de la comunidad de Madrid, etc).

Nota 1: Ideas extraídas del texto ?El pensamiento estereotómico? de Jesús Aparicio .



Architects: Lorenzo Fernández-Ordóñez