Moraleja, Cáceres
Fecha de proyecto: 2010
Características
La edificación se asienta en el borde del municipio de forma que su fachada oeste ofrece un espléndido panorama hacia el río y las estribaciones de la Sierra de Gata.
El proyecto está situado al Norte del casco histórico de Moraleja, Cáceres, que actualmente es una zona de Desarrollo (Unidad de Ejecución). Anteriormente hubo en esta parcela unas naves de tratamiento agropecuario vinculado al aceite
Desde la singular posición de la parcela en la localidad, el edificio se relaciona con el entorno con el acople y/o respuesta a la singularidad de cada características esenciales. Estas básicamente son 3:
En primer lugar el edificio aparece como un gran zócalo sobre el que se coloca una pieza blanca. Esta imagen de gran zócalo proviene de la memoria de la Muralla de tierra de Moraleja que se encontraba en posición a la parcela, y es una situación que permite establecer espacios de la intimidad en el jardín, al elevarlo ligeramente respecto de la calle este, y generar una respuesta uniforme y a la vez característica de cada parte del perímetro.
En segundo lugar aparece un gesto rotundo y al generar la terraza abriéndose al rio (oeste ). Se genera una banda blanca que visualiza el vaciado producido por la talla del bloque original, abriendo la edificación hacia el suroeste. Se trata de un gesto claro y decidido. Se responde a la horizontalidad del paisaje, y se establece un diálogo con su escala. Al unificarse los distintos elementos en bandas: zócalo de garajes, terraza, ventanas de salón y dormitorios, y banda blanca, se consigue una escala mayor que la que tienen los diferentes elementos de por sí. Esto es particularmente importante porque además de la relación con el horizonte hay en la zona varias "piezas" de escala mayor a la que dan las viviendas adosadas.
En tercer lugar aparece una escala quebrada, de una aproximación cercana, que permite un acople más cuidadoso de cada gesto del entorno. Esta tercera escala se percibe principalmente en el perímetro sur, y en el oeste, en la fachada del jardín. En donde las decisiones no son tan rotundas, y la escala de los elementos (huecos y tallados) es menor.
Para acoplarse a la pendiente del terreno, aprovechar el desnivel entre la calle este y la oeste de 1,5 metros, para generar menos movimientos de tierras (ya que el relleno del jardín se compensa con la excavación), y crear así un acople ecológico con el entorno, se decalan las plantas en sección de forma que la planta baja de la crujía este coincide con la de la planta primera de crujía oeste.
La disposición escalonada o decalada, además del acople a la topografía existente (al desnivel entre ambas calles), es una salvaguarda ante el riesgo de inundación, dada la proximidad del río. En efecto, según los estudios hidrológicos e hidráulicos de los puentes del Rivera de Gata, la cota de Avenida de 500 años coincide sensiblemente con la de la calle Callejas del Molino. Por ello no parece prudente realizar ningún sótano o semisótano, sino elevar en lo posible la edificación. A este razonamiento hay que añadir que Moraleja tiene un saneamiento situado a una profundidad extremadamente somera (menos de 1 metro), lo que hace que cualquier sótano se convierta en un problema por la necesidad de bombeo mecánico.
La posición de la edificación en la fachada oeste genera igualdad respecto al aprovechamiento de las vistas sobre el río, y el bello paisaje de la Sierra de Gata. Su funcionamiento bioclimático, al tener una sobre-exposición, al oeste se compensa con lamas y correderas de madera.
La planta a nivel de jardín se constituye realmente como la planta de uso continuo y sobre ella se ha buscado la mayor fluidez y transparencia entre la vivienda y el jardín. Esta se manifiesta sobre todo en la pieza de la cocina-office, que se vuelca completamente, mediante unas ventanas de suelo a techo correderas al jardín. Se establece al exterior un espacio mixto, un porche bajo un umbráculo, que matiza la relación cocina-jardín.